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Lectura comentada «Rinconete y Cortadillo»

En la tarde del 10 de febrero, nuestro estimado compañero, poeta y cervantista de pro, D. Ramón González Medina, nos adentró un poco más en el trasfondo que emerge tras una de las novelas más conocidas de D. Miguel de Cervantes Saavedra.

Tuvo lugar, pues, el primer Encuentro Cervantista del año, bajo el título «Lectura comentada sobre la novela Rinconete y Cortadillo».

D. Ramón González en un momento de su lectura, acompañado del profesor D. Francisco José Romanco

Abrió el encuentro nuestro presidente, D. Rafael Raya, con unas palabras de agradecimiento y bienvenida a los asistentes, alegrándonos de ver caras nuevas entre ellos, señal de que nuestra asociación va creciendo. Seguidamente, dio paso a nuestro estimado socio y compañero, el doctor por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, licenciado por Antropología Social y Cultural y diplomado en Trabajo Social, D. Francisco José Romanco, quien hizo una introducción sublime sobre las cualidades que engalanan a nuestro ponente.

En su intervención, el profesor Romanco desarrolló una muy enriquecedora aportación de su propia visión acerca de la novela de Cervantes, en la que destacó la ética de la ejemplaridad, como método de aprendizaje. Muy interesante resultó su observación sobre el lenguaje en Rinconete y Cortadillo, pues, según el doctor Romanco: «vemos “lo social” en la sarcástica cofradía de Monipodio, de ladrones y delincuentes, y la lucha de los más menesterosos que quieren sobrevivir, aunque sean sometidos a algún tipo de poder. La importancia del lenguaje de la calle, de la jerga, o de las germanías, el lenguaje de los pobres.

“¿Es vuesa merced por ventura, ladrón? Sí, respondió él-, para servir a Dios y a las buenas gentes…”.

Tras su intervención, muy aplaudida por todos, D. Ramón González procedió a hacernos una lectura de algunos párrafos de la novela. De su lectura se extrajo mensajes que nos hacen adentrarnos un poco más en esa sociedad descrita bajo la atenta mirada de nuestro ilustre autor. Para nuestro estimado ponente, la novela se cataloga dentro del estilo realista, considerada no lineal y con una carga de denuncia social intrínseca que deja —cuando menos— al lector, de esta época nuestra, admirado no solo ante el talento literario de Cervantes, sino por su valentía al denunciar un contenido tan delicado. No debemos olvidar que en su época todo movimiento era medido por las férreas normas que imponía la Santa Inquisición.

Esta novela, bajo su punto de vista, ataja la miseria, el desamparo y un drama social encarnados en esos dos chiquillos que son consecuencia de familias desestructuradas, del maltrato y de la mala fortuna, que los condiciona a llegar a convertirse en dos pícaros que solo buscan ganarse la vida.

El humanismo en Cervantes aflora en esta novela, como en otras muchas de su autoría, mostrándose como un cronista que es testigo, e incluso partícipe, de una dinámica social que oscila entre el escrupuloso respeto a los dogmas religiosos y las infinitas pillerías que se inventan con el único fin de cubrir las necesidades básicas más apremiantes.

D. Ramón González nos supo mostrar el lado más humano de la obra, llevándonos a reflexionar sobre el origen de esa picaresca —temática muy recurrente en la novela de esa época— trasladada a la vida real. Quedan muy claramente establecidos extremos opuestos, como son la corrupción y la ética, la abundancia y la indigencia… Toda una amalgama de circunstancias que dan origen a novelas como Rinconete y Cortadillo y que, tristemente, mantiene una vigencia pasmosa a día de hoy —con las diferencias lógicas que da el que hayan pasado cuatro siglos— que dan lugar a replantearse nuestro sistema social.


  «En la venta del Molinillo, que está puesta en los fines de los famosos campos de Alcudia, como vamos de Castilla a la Andalucía, un día de los calurosos del verano se hallaron en ella acaso dos muchachos de hasta edad de catorce a quince años: el uno ni el otro no pasaban de diez y siete; ambos de buena gracia, pero muy descosidos, rotos y maltratados. Capa no la tenían los calzones eran de lienzo, y las medias, de carne…».

Rinconete y Cortadillo, Miguel de Cervantes Saavedra