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Conferencia «La mujer y la lectura en la época de Cervantes»

La celebración este año, por parte de la ACS, del Día de Libro, tuvo lugar en una de las salas de la Fundación Caja Rural. Reyes Pro, licenciada en Filosofía y Letras (especializada en Historia), en Geografía e Historia (especializada en Arte), amén de otros muchos cursos de Doctorados, Másters, y vicepresidenta de nuestra asociación, fue quien amablemente se ofreció a llevar a cabo la actividad para este día tan especial.

Acompañada su disertación por el grupo musical Ministriles Hispalensis, que intervinieron en varias ocasiones (según ella les iba dando paso), consiguió que el ambiente se tornara, por el tiempo que estuvimos allí reunidos, más próximo al siglo de Oro que al siglo en el que vivimos. Historia y música nos transportaron a una época en la que el analfabetismo estaba muy extendido, pues la mayoría de la población española no sabían ni leer ni escribir.

Doña Reyes se centró en visibilizar el alto índice de analfabetismo en la mujer, destacando a aquellas que no solo tuvieron la posibilidad de dejar de ser analfabetas, sino que crearon sus propias obras literarias o que se dedicaron a la administración de archivos o bibliotecas.

¿Qué leían las mujeres en aquella época? ¿Cuál era su género literario preferido? ¿De qué dependía que algunas mujeres tuvieran la oportunidad de aprender a leer y a escribir y otras no?

Como muestra, doña Reyes Pro nos mostró la portada de uno de los libros escritos por una sevillana del Siglo de Oro, doña Valentina Pinelo, monja agustina que dedicó su vida a Dios en el convento de San Leandro (Sevilla), escritora de prosa, ilustrada y pensadora. Incluida en la corriente de pensamiento de la tradición literaria que se desarrolla desde el siglo XV en la península ibérica, sus obras han sido estudiadas en la historia literaria y dentro de la Mariología.

Ministriles Hispalensis en uno de los momentos de su intervención

Una sociedad totalmente patriarcal, la de los siglos XVI y siglo XVII, en el que se pensaba que la lectura o la escritura no tenía sentido para la mujer que, obviamente, tenía que enfocar su aprendizaje en los cuidados de su hogar y en saber educar y criar a sus hijos.