
Dramatizaciones cervantinas
En este nuevo Encuentro Cervantino tuvimos la gran suerte de contar con la colaboración del grupo de teatro «Puente de Barcas Teatro» quienes, muy amablemente, dramatizaron varios fragmentos de la obra de nuestro estimado autor. Inició el acto nuestro presidente, D. Rafael Raya Rasero, con unas breves y acogedoras palabras de bienvenida, haciendo un leve currículum en torno a la trayectoria y logros alcanzados por nuestra Asociación en actividades relacionadas con Cervantes, su obra y la ciudad de Sevilla, así como el sentir humanitario y la positiva evolución del proyecto de la Asociación, crecimiento de socios e invitación a que se unan nuevos simpatizantes afines a la idea y movimiento cultural del cervantismo sevillano, quedando dicha sesión inaugurada.
Acto seguido, D. Francisco José Romanco nos hizo una breve y profunda semblanza sobre la andadura histórica de la palabra teatral y el panorama del teatro en la época barroca y renacentista de nuestro Siglo de Oro. Tiempo en que el teatro tuvo un alto florecimiento que propició una fecunda erudición con influencias para el pensamiento europeo de la época, con atención a las corrientes artísticas en ideas reformistas, donde tuvo lugar la proliferación de profusos cultivadores del género teatral profano y religioso, dando lugar a nuestra más genuina literatura, y época en que Cervantes irrumpió con sus 8 comedias y 8 entremeses, dando ya con los finales días del recorrido y vida del autor del Quijote, aportando además sus Novelas ejemplares. Fecunda información que siempre nos hace arrancar los más bonitos aplausos afectivos a nuestra condición de cervantistas.



Hoy es un día importante para nuestra asociación. Es el cumpleaños de nuestro Miguel de Cervantes Saavedra, nacido el 29 de septiembre de 1547, quien, aunque en su fe de bautismo reza como nacido en Alcalá de Henares, nosotros mantenemos que nació en Córdoba, según los últimos documentos certificados aparecidos. Los seres humanos somos contadores de historias, gracias al logos, la palabra, que nos constituye y la escritura, el arte del discurso silencioso, de la palabra reflejada para servir a la memoria, fijada en el texto para el encuentro con el lector, que fue un descubrimiento que abrió caminos infinitos a las personas que querían comunicar y comunicarse. Parece que el cine, en la actualidad, a través de la película El cautivo, dirigida por Alejandro Amenábar, quiere sumarse a nuestra intención de promover la figura de nuestro Miguel de Cervantes. La relación entre imágenes y palabras es antigua y compleja. En la sociedad moderna líquida, cambiante, que vivimos, las imágenes han ganado mucho terreno, vamos de pantalla en pantalla, pero las imágenes necesitan de las palabras para ser comprendidas. El teatro, que hoy nos ocupa, desde la antigüedad se valió de las palabras y estas de las imágenes de las personas que representaban lo que se veía gracias a la mímesis, la imitación, de las formas, para ser mejor entendidas por el público. La palabra persona viene de la máscara de actor o personaje teatral que se utilizaba en el teatro griego para hablar durante las representaciones de sus tragedias. El Teatro empezó siendo tragedia y comedia, no está claro cuál fue primero, como representaciones de ritos del poder y hoy el poder, sobre todo político, está cada vez más teatralizado (El Intérprete: Sennett) y refleja La sociedad del espectáculo (Debord). Tras el invento de la fotografía, imágenes inmóviles, el cine, suma de fotografías en movimiento, quiso relegar al teatro desde las pantallas, imitándolo, como sí se pudiera, un simulacro de teatro, un ver sin estar presente. No obstante, la cercanía y la fuerza del teatro, de la catarsis griega y la participación visual directa es irreemplazable. Miguel de Cervantes tuvo que competir con los grandes de siglo de Oro desde Lope de Vega a Calderón, el gran maestro de los efectos teatrales, lo cual en aquel contexto era inútil. El brillo popular de estos autores apagaba el de las obras de teatro de nuestro autor, ya que, en la época de Cervantes, el fénix de los ingenios Lope de Vega era el más seguido y valorado de todos los autores de teatro que giraban en torno a la Corte. El buen y rápido escritor tenía también un grupo de seguidores incondicionales que le seguían y asistían a sus incontables escenificaciones en los “corrales de comedia” de la Corte y sus alrededores. Cervantes, Don Miguel, a mediados del siglo XVI y principios del XVII, en pleno siglo de Oro de las letras españolas, era un escritor autónomo, plural, polifacético, que había leído y viajado mucho y tenía ganas y entusiasmo para transmitir sus vivencias. Escribió poesía en sus textos diversos, obras de teatro y la sin par novela sobre la locura de vivir que es Don Quijote de la Mancha. El espacio de Cervantes para la comedia era pues estrecho, no obstante, a través de obras menores se abrió paso, por ejemplo, a través del Licenciado Vidriera. Sus novelas ejemplares, siendo también escenas teatralizables, se quedaron en ejemplos de vida, textos para conocer el mundo de la época, dominada por las pesquisas de la Inquisición, la Iglesia, y la lucha por el poder político en la Corte. Las obras de teatro de Cervantes son dos grandes tragedias: La Numancia y El trato de Argel, así como el conjunto de ocho comedias: El gallardo español, La casa de los celos, los baños de Argel, El rufián dichoso, La gran sultana, el laberinto de amor, La entretenida y Pedro de Urdemalas y ocho entremeses: El juez de los divorcios, El rufián viudo, La elección de los alcaldes de Daganzo, La guarda cuidadosa, El Vizcaíno fingido, El retablo de las maravillas, La cueva de Salamanca y El viejo celoso. En total 18 obras salieron de su pluma con el fin de ser obras de teatro. Las novelas ejemplares fueron siete: La gitanilla, El amante liberal, Rinconete y Cortadillo, La española inglesa, El licenciado Vidriera, La fuerza de la sangre, El celoso extremeño y La ilustre fregona. El Quijote es la mejor novela y más celebrada, un modelo, un paradigma, un arquetipo de novela, siendo la novela después dividida en tantos tipos como autores y modos de contar historias hay, así como los intereses del mercado demandan. El Teatro, como arte propio, puede mostrar enlazadas imágenes y palabras como partes de esta genial novela, El Quijote de la Mancha, que parecen ser escritas para ser teatralizadas. «El mundo es un escenario» hace declarar William Shakespeare al melancólico Jaques en su obra Como gustéis. Gracias mil al Grupo Teatral Puente de Barcas y a su director Diego Japón por participar en este encuentro e iniciar el nuevo curso de nuestra Asociación de Cervantistas de Sevilla. Cuando gustéis.
Francisco José Romanco Villarán
Y tras esta brevedad de salutaciones para y con el respetable aforo de asistentes en esta ocasión, se hizo elogio a la presentación de los actores intervinientes en este encuentro (M.ª Ángeles Fernández, M.ª Eugenia Infantes, M.ª Carmen López, Enrique Delgado), titulado “Dramatizaciones cervantistas”, representación a cargo de la compañía teatral “Puente de Barcas Teatro”, dirigida por Diego Japón, quienes nos deleitaron con un acopio significativo de poemas del autor del Quijote, dando lugar a una excelente variedad de interpretaciones diversas como recital, en que se mencionan o canta a los personajes más representativos de las obras del célebre autor universal, como el propio Quijote, Dulcinea del Toboso, Sancho Panza y su envidiable jumento, con espléndido recitado a Rocinante, dignos de sus proezas cervantinas y al caballero andante de la Mancha, con propuestas de sus desaguisados más rotundos en dimes y diretes entre Babieca y Rocinante.





Todo un deleite que nos hizo disfrutar de una amena y agradecida velada literaria que llevan al deseo de ir profundizando cada día un poco más en esta inabarcable tarea cultural que nos dejó D. Miguel de Cervantes Saavedra como signo del más elevado espíritu e insondable sociabilidad, como máximo exponente de la ética de vida literaria, con el nacimiento de la novela moderna.
Loado sea don Miguel, en el día de su onomástica.
